Vos Rebelde
3 min readApr 30, 2024

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Nacimos Antier

Mujer corta su cabello en un acto de resistencia por las vicitimas de Palestina.

Bien hallado seas en mi alma. El amor es un acto político, un golpe al establecimiento y a cualquier forma de opresión que perpetúa la oligarquía. El 28 de abril se conmemora el aniversario del estallido social, una expresión popular que derrocó un régimen silencioso que se había mantenido en el poder por décadas. Se llevó a cabo un acto cultural en conmemoración de la fecha y en defensa de dos luchas vigentes: la zona de guerra en la que los actores armados han convertido el Cauca y la defensa del monumento a la resistencia, que se alza imponente en el paisaje urbano.
Amo el monumento a la resistencia y su significado para la lucha social. El sol de la mañana acariciaba con fuerza los cueros resilientes de quienes han permanecido firmes en la lucha. Era una celebración, un carnaval, donde la música resonaba y las arengas a la libertad llenaban el aire. Una familia de militantes, con un bebé en brazos, pintaba una pancarta que anunciaba la memoria y la importancia de no olvidar. Las diestras manos, o mejor dicho, las manos zurdas, de un concierto sinfónico dieron inicio al acto cultural. La crema del arte de protesta estuvo presente: rap, freestyle, graffiti, danza y poesía. Fue la representación magna de todos y cada uno de los sectores populares. Entre la multitud, alrededor del monumento, cada uno de los compañeros caídos en la lucha observaba con una sonrisa cómo se perpetuaba el ideal de la lucha.
Estaba allí para presenciar a Edson Velandía cantando las trovas más ingeniosas en la jerga de mi familia paterna, y para ver a Adriana Lizcano representar lo más sublime del arte campesino. Sin embargo, terminé con la cabeza llena de nuevas luchas, de luchas globales, de ambientalismo. Resulta que los estadounidenses quieren invadir Latinoamérica, rodeando el cordón del Pacífico con bases militares distribuidas en islas que son santuarios. Quieren militarizar Gorgona. Me gustaría profundizar en la denuncia, pero me falta contexto. Amo al planeta y a todos los seres, tanto sintientes como no sintientes, que construyen nuestra biosfera. La lucha vive en las señoras que alimentan al pueblo en las ollas comunitarias, en los excombatientes del M-19 que, siendo ya octogenarios, ondean banderas gigantes.
La lluvia, símbolo de fertilidad, inundó Puerto Resistencia, una comunidad que resiste las balas y no teme a la lluvia. La fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche, y la gente se entregó al guaguancó al ritmo de la salsa. Curao, biche y arrechón, salsa y descontrol. Las carreteras se convirtieron en ríos de fuego. El jolgorio como forma de resistencia.
A mi lado, compañeros de lucha; frente a mí, compañeros de lucha; detrás de mí, compañeros de lucha. Amo a la mujer con la que camino, la abrazo mientras Velandía termina su presentación. Militante 1, Militante 2 y Militante 3, corremos para obtener una entrevista.
—Somos un medio de comunicación alternativo— digo con timidez.
—¿Cómo podemos encontrarlos en redes?—pregunta uno de ellos.
— Pero, ¿para qué nos quiere encontrar en redes si ya estamos aquí?
Velandía nos concede la entrevista e invita a los jóvenes a marchar este primero de mayo, a marchar por los mayores, por su dignidad y sus pensiones. Mojados por la lluvia y con la espalda adolorida, regresamos a la clandestinidad, para unos porros y una copa en la cabeza. Con el corazón ardiendo en revolución, en insurrección, en subversión.
Hace tres años derrocamos a un régimen, pero estamos a un paso de que la ultraderecha intente volver al poder. Los sectores populares lo saben, la oligarquía lo sabe. Esto es una declaración de guerra, una guerra mediática, ya que las cámaras y los micrófonos son nuestras únicas armas. La derecha está podrida y todos sus adalides son basura. Ah, pero los amo, cuánto los amo, son la leña con la que mantendremos el fuego eterno.

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